Enloquecida y con mucho juicio para razonar

Y tenerte lejos me hace recordarte y tenerte cerca me hace amarte más y busco un lugar donde descansar, pero tu amor me sigue hasta el final, atrapada me tienes en un castillo bajo el mar, y buscando la salida vuelvo a comenzar, no es que me aleje de ti, es que quiero asegurar mi estancia hasta el final, quiero cerrar con llave y una cadena enorme llena de óxido de eternidad, quiero cerrar ventanas y herraduras poner, quiero colocar alarmas de seguridad y entonces descansar… perderme en mi castillo gigante de felicidad, brincar por la libertad de mi ser, feliz de tenerte otra vez; y de pronto te recuerdo y te admiro simplemente, descanso en tu caminar y me sigues hasta el final, me preparas la cena en la sabana y perdida en ella me ahogo enrojecida, mis pupilas crecen más, mi silencio grita pero nadie puede escuchar, tu piel acaricia mis suspiros… comienzo la carrera y veloz me despido de mi mar, beso la tierra de mis pies y miro al cielo encontrándote otra vez, ¡me rindo en medio del lugar!, imposible correr más, ¡a tus brazos me ato, a tu boca me amarro, a tu piel me como!, ¡con tu amor me quedo, no puedo más este amor me mata y muero de felicidad!, !no puedo más enloquecida me siento y con mucho juicio para razonar!.

Me rindo mundo cruel, la alarma ha sonado, es momento de nadar en aguas de libertad, adiós crueldad, desamor, adiós miedo, mentira, infelicidad, adiós números, adiós reloj, adiós maquillaje, !adiós mentira y crueldad!. Sin miedo a vivir en libertad apago la televisión, rompo el periódico de hoy, me despido del hambre, del dolor, del fuego y del exceso de mar, del movimiento incontrolable que derrumba casas y la comida para adelgazar, !adiós escuela, adiós iglesia!, me uno a la lucha cantando sin parar, bailando entre los golpes de mi ciudad, escarbando entre el escombro buscando la chispa de felicidad, caminando bajo la lluvia de burla rescatando la verdad, comiendo de la tierra fértil de libertad, gritando aunque pocos puedan escuchar; abrazo a mi familia y con mucha fuerza parto a caminar, regresando sonriente con mi castillo flotante en medio del murmullo madrugador de mi ciudad.