Del respirar de las piedras te hablo,
de los cántaros,
de los ríos secos en que he nadado
hasta hallarte sola y amaneciendo,
como árbol de frutas secas.
de los cántaros,
de los ríos secos en que he nadado
hasta hallarte sola y amaneciendo,
como árbol de frutas secas.
Te hablo desde la tierra,
desde las hojas,
desde el pan que habita
en la corteza de ciertas semillas
de ciertas ideas.
desde las hojas,
desde el pan que habita
en la corteza de ciertas semillas
de ciertas ideas.
De horas sin sueño,
de días sin hambre,
de noches sin lunes próximo,
sin mañana distante.
de días sin hambre,
de noches sin lunes próximo,
sin mañana distante.
Te escribo desde las tardes
que nuestros pasos amaron;
te escribo y te dejo un beso
con el sabor del aire entre eucaliptos.
que nuestros pasos amaron;
te escribo y te dejo un beso
con el sabor del aire entre eucaliptos.
por no dejarlos,
por no olvidarme que a veces,
tal vez sin quererlo,
me estés escuchando.
Edel Juarez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
SI, DIME...