Deja la luz prendida

Victima de mí, encerrada en mi cárcel caminando por el mundo.

Buscando libertad al frente, poniéndole más candados a mi jaula.

Si, víctima de mí, analizando el mismo amor, saturando mi cabeza de emoción.
Buscando confianza, desconfiando de mi sombra.

Desatando los miedos resguardando el peor…
“Lo difícil al final”, ¡evadiendo el momento el tiempo pasará, enfrentándolo se irá!.

Victima de mi homicidio no queda más que volver a empezar; no es tiempo lo que falta, es disposición de morir sin importar.

Victima de mi homicidio por una vida sin sentido, sin ritmo. Momentos sin esencia, vidas solas, solas sin intérpretes, muertas. Sin vida.

Música sin notas, comidas sin sabor, caricias sin sentir, ojos sin mirar, lluvias sin mojar, aire sin llegar. Motivos sin motivos, preguntas sin respuestas…

¡Luz encendida en el corazón!, más fácil vivir, más fácil dormir, una opción más para elegir; el dolor no es centro de ti, las lágrimas no son el icono del amor, la guerra no propiciará la paz, la violencia no dará lección, el dinero jamás comprará tranquilidad...

Diferente puede ser el mundo, ¡tú mundo!.

Recordando lo bello del ayer, la vida de los momentos, la esencia de las palabras, la fiesta de tus emociones, la despedida de tus miedos, la graduación de tus dimensiones, el aniversario de tu vida, el día de ti mismo, hoy.

Notas en la sangre, sabor en el olor, miradas tangibles, viento que empapa, motivos universales, respuestas sin preguntas, momentos con vida, vidas en acción. Vidas vivas.

 

Deja la luz prendida.